El Gobierno rumano ha pronosticado para 2011 un crecimiento del 1.5% de la economía rumana, pero los analistas económicos se muestran más cautelosos y estiman una evolución alrededor del 0% ya que no ven señales para un enderezamiento económico consistente.
El año pasado, la producción industrial fue el único sector que registró crecimientos, pero podría bajar en 2011.
El descenso de la demanda interna tuvo un impacto negativo muy fuerte para la economía, y sólo se podría fortalecer en caso del crecimiento del salario en el sector público.
Por su parte, Ion Ghizdeanu, Presidente de la Comisión Nacional de Prognosis, señala, al igual que los analistas, que el primer crecimiento de este año frente al 2010 se registrará en el segundo trimestre de 2011 y que para finales de año, las cifras serán seguramente positivas.
En 2010 las exportaciones crecieron un 30% debido a la demanda externa, pero los pronósticos para este año no son tan optimistas. La mayor contribución a las exportaciones vino de la industria del automóvil, apoyada en los países europeos mediante programas del tipo “Rabla”, pero estos programas caducarán en 2011.
Además, muchos países tendrán que implementar medidas de austeridad que reducirán el consumo. A pesar del crecimiento registrado, las exportaciones no lograron generar un enderezamiento de la economía, que se quedo en recesión, debido en gran parte a la falta de demanda interna.
En cuanto a las inversiones, parece que la inversión extranjera directa no crecerá en 2011 frente al año pasado, cuando se registró un descenso del 25% en comparación con el 2009. En los primeros diez meses de 2010, la inversión extranjera había alcanzado la cifra de 2.140 millones de euros, según los datos del Banco Nacional de Rumania (BNR). Además, la mayoría del dinero se dirigió hacia el sector financiero y muy poco hacia inversiones que creasen producción y puestos de trabajo. La evolución de la inversión extranjera en 2011 se podría ver afectada también por el retraso de la adhesión de Rumania al espacio Schengen.
Los representantes de las empresas de construcción se mostraron el año pasado bastante pesimistas en cuanto al 2011. Después de un descenso estimado entre el 20 y el 25%, las estimaciones muestran que es posible que el sector baje de nuevo entre un 5 y un 10%.
2010 fue un año igual de difícil para los productores de materiales de construcción. El consumo de cemento, por ejemplo, llegó en 2010 a 7 millones de toneladas, bajando alrededor de un 11% en comparación con 2009 y, según los productores, la cifra de este año será parecida. En el sector inmobiliario, el año 2011 podría ser positivo sólo en cuanto al número de centros comerciales finalizados.
Por otro lado, el mercado de los edificios de oficinas y viviendas permanecerá congelado ya que las promotoras no logran encontrar clientes para las unidades construidas o financiación para finalizar obras que empezaron hace dos años. (Ziarul financiar)
